domingo, septiembre 24, 2006

Hagalo Usted Mismo







En el país del hágalo usted mismo es muy difícil darse cuenta de dónde y cuando trazar los límites. Es lo mismo tenirse el pelo una misma que colocar un piso de madera? En qué momento decidí que me haría la tintura yo misma? Fue cuando distraídamente desde una góndola del supermercado vi que una seniorita con un pelo perfecto me sonreía desde la caja de la tintura a sólo $15.99? Solo $15.99 más los impuestos... unos $16.5 contra $120 que me cobra el peluquero... Puede ser tan difícil? Mmnniah! Ahí comenzó un camino sin retorno. Camino que recorre casi todo norteamericano sin siquiera darse cuenta. Plagados están los pasillos de Home Depot. La gente se saluda cordialmente, mientras deambula con los carros llenos de pinturas, lijas, plantas, ventanas, maderas, clavos, mata yuyos, fertilizante, etc. Miles son los artículos a los que cualquier hijo de vecino puede acceder para realizar tareas que parcen tan fáciles cuando vemos a esos personajes en la TV que sin siquiera despeinarse, nos explican desde la pequenia pantalla cómo cambiar todos los muebles de la cocina o el piso de un ambiente. Todo esto en una hora. Cuarenta minutos si le descontás los comerciales, los que obviamente son de productos que te ayudarán a que la tarea sea mucho más fácil. Cuando te querés dar cuenta estás camino a Home Depot con una larga lista de materiales y medidas. El móvil debe ser amplio para poder transportar todos los menajes que necesitarás para tu próximo proyecto, así que el próximo que compremos no será una mini van, será una camioneta. Se agrandan los autos, se achican los garages. Habrá que tener un Shed, para guardar semejante cantidad de materiales y maquinaria que ya no caben en el garage. Maquinaria con la que ni Quito ni Riggoti hubieran soniado jamás.

Qué serán esas casitas tan simpáticas que se venden en Home Depot”, me preguntaba recién llegada a Houston? Casitas para las nenas? Qué bonitas! Hasta tienen ventanitas con maceteros y florcitas! NO! Son pequenios depositos llamados Sheds (= Demonios), en los que se guardan esas maquinas que necesitamos para relaizar las tareas nosotros mismos! Pero que pasa con estas casitas tan bonitas? Llegará el día en que éstas serán chicas y ya no el espacio no sera suficiente. Habrá que comprar una más grande. Dije comprar? Porque gastar si lo podemos hacer nosoros mismos? Obviamente si lo hacemos nosotros mismos habrá que comprar más máquinas, pintura, maderas, clavos, tejas, etc.
Entonces, antes de preguntarme que vino primero si el huevo o la gallina, vuelvo a mi pregunta original. Dónde trazamos la linea de lo que podemos y de lo que no podemos hacer nosotros mismos? Los medios intentan hacernos creer que el cielo es el límite y que si lo hacemos nosotros mismos al final del día estaremos llenos de orgullo, digindad y nos habremos ahorrado unos dólares. “No no no no no” (léase mientras se imagina escuchar un chasquido realizado con la lengua y la boca en posición de trompita a modo de negación, modismo típicamente argentino). Si, hay un límite. Podemos tenirnos el pelo, pero no dejanos tomar el pelo. No es lo mismo colocar un ventilador de techo que colocar un piso de madera.
Mientras escribo esto se escucha en el fondo ruido a martillazos. El Sr. C se ha pasado el día colocando un nuevo, muy lindo y ‘ambientalmente verde’ piso de Bambú en nuestro dormitorio. Esta noche estará deshecho, con las rodillas a la miseria (esto es culpa del rugby, pero sería otro capítulo) y con una sonrisa de satisfacción. Yo tendré mi bendito piso de Bambú y el Shed será extremadamente chico para las nuevas máquinas...

lunes, septiembre 04, 2006

Donde estas Rita?



  • La Srta S., Macie y yo en el tercer dia de encierro, esperando a Rita.
Los medios nos bombardean con imagenes del Huracan Katrina. Katrina, nombre lindo si los hay, azoto las costas de Louisiana y Missisipi hace ya casi un anio, dejando desdibujada la ciudad de New Orleans.
Los llamados al Consulado de los periodistas que no se dan por vencidos y quienes quieren robar una nota con algun damnificado argentino, que haya perdido todo en el huracan y si fuera posible, no hubiera recuperado nada, no paran.
El diario, las radios, la TV, todos atacan con listados e informacion sobre como sobrepasar la temporada de este anio. Nos quieren preparar para algo peor. Que pilas, velas, shutters para las ventanas, atun en lata, agua mineral, curitas... La verdad es que llegado el momento nada de esto sirve. Asi que con estas palabras y el recuerdo del Huracan Rita, quien amagara a pasar por Houston en Septiembre del anio pasado los dejo con una carta que escribi y que algunos ya han leido. Una carta que refleja el miedo y el desamparo que me sacudieron esos dias...



"Septiembre 2005
Hola a todos! Primero que nada gracias a todos por los llamados, e-mails y mensajes que recibimos, desde todos lados del mundo.
Esto demuestra que finalmente todo lo que importa son los afectos....

Hoy todo parece haber mejorado. El jueves entre lagrimas armaba un bolso que se pudiera cargar al hombro y en el cual debia caber lo mas importante de nuestras vidas, lo que realmente no queriamos perder... sentada ahi en el piso frio de mi casa, guarde los pasaportes, los DNI, las partidas de nacimiento, la Libreta de casamiento, un pequeño Kit de Primeros Auxilios, el titulo de la casa, el seguro, un equipo de ropa para cada uno y ahi quede, sentada, llorando, mirando alrededor, sin saber que es lo que nos deparaba el destino, sin saber que es lo que quedaria en pie, que debia elegir para llevar, que era importante y que no. Me colgue una cadenita con dos medallitas con los nombres de mis hijos, un anillo chiquito, finito pero lleno de significados del "comienzo de mi vida". Ese anillo que me regalo Ale cuando recien nos conocimos y cumpli veintiun años, ese anillo que guarde hace años y no le di mas pelota, ahi entre lagrimas me di cuenta que lo unico que importa son los afectos, que somos afortunados en tener tantos amigos y gente que se acuerda de nosotros en estos momentos donde el miedo y la incertidumbre de lo que vendra te inunda y te saca el sueño.
Me di cuenta que mi vida entra en un bolso, que la risa de mis hijos, el abrazo de Alejandro, escuchar la voz de los que quiero en el telefono, los mails de las personas que se acuerdan de uno, los llamados de la familia y de los amigos, los recuerdos de los que ya no estan, la solidaridad de los vecinos, todo eso entra en un bolso pequeño.
Me di cuenta que lo demas puede quedar atras, que se puede recuperar. Ya me fui una vez sin mirar atras, dejando mis cosas y los afectos me siguieron, me acompañaron en mis peores momentos y supe que si necesitaba apoyarme otra vez en ellos, podria hacerlo.
Asi, gracias al apoyo de todos y con la seguridad de que las personas que quiero estan bien, pude cerrar el bolso y darme cuenta que todo lo que habia guardado en el era lo que realmente importaba.

Rita ya paso virando su destino hacia el este a ultimo momento, lastimando otra vez a la ya azotada Louisiana, y pegando un fuerte coletazo sobre Texas.

Un beso a todos y gracias por su apoyo!

Barbara "